En una semana marcada por la conmemoración del Día Internacional de la Mujer queda patente más que nunca la desigualdad existente entre hombres y mujeres en el ámbito laboral. Este escalón se amplía aún más si se comprueban cifras del número de mujeres que acceden a puestos directivos o de responsabilidad, ya sea en el sector público o privado, y que deja patente que el techo de cristal existe.
Según la Asociación de Mujeres en el Sector Público, sólo el 30 por ciento de los puestos directivos de las administraciones están ostentados por mujeres. Sin embargo, esto es una media y hay entidades que ni siquiera llegan a este porcentaje.
Tal es el caso del Ayuntamiento de Barbate, donde tan solo el 22,72 por ciento de los cargos directivos de los departamentos están a nombre de una mujer, frente al 77,27 por ciento de hombres. En total, la administración local se estructura en 22 departamentos que tienen más de un trabajador en servicio, lo que hace necesario un jefe o jefa de departamento. De estos, tan solo 5 son mujeres.
En todos los casos, se trata de trabajadoras con años de prestación de servicio, a pesar de que la plantilla municipal está más o menos igualada en cuanto a hombres y mujeres. Esto puede ser indicativo del tardío acceso de la mujer a los estudios superiores, lo que hacía que los puestos técnicos fueran copados por hombres principalmente hasta no hace muchos años. Sin embargo, esta tendencia puede cambiar a medio o largo plazo, de manera que ya hasta el Convenio Colectivo de los Trabajadores Laborales del Ayuntamiento recoge el principio de igualdad.
Mención aparte tienen los cargos políticos, que siempre son temporales y no están sometidos a ningún tipo de promoción. En este caso, la implantación en los partidos de las listas cremallera ha favorecido que en la Corporación Municipal (21 concejales) haya 11 mujeres (52,28%) frente a 10 hombres (47,62%). De ellas, 9 forman parte del equipo de Gobierno de 17 ediles, y dos en la Oposición.