Opinión. En la playa, en el campo, en una bar, en el paseo marítimo, en otra ciudad, en un festival… Allá donde exista un famoso, el alcalde siempre estará dispuesto a encontrarlo para hacerse un selfie.
Si se entera que el antiguo guardameta del Real Madrid y de la selección española, Íker Casillas, está en un chiringuito de Barbate, ahí que se planta deprisa y corriendo para hacerse su selfie.
Que está disfrutando en la zona vip del Cabo Plata y ve a cantantes como Beret, la Mala Rodríguez o los que ni siquiera sabe como se llamaba, ahí que se hace sus selfies y con morritos incorporados.
Que ve en la fiesta del Turronero a Bertín Osborne, ahí está el tío también. Que aparece Ismael Beiro en la Feria, otro selfie. Los del Río en otro chiringuito, aaaayyy Macarena.
No le importa si es celebridad o artista o carnavalero. El Kike Remolino, el Subiela, su tocayo Molina de Chiclana… ¡Selfie pal cuerpo!
Basta dar una vueltecita por sus redes para ver lo bien acompañado que ha estado este verano.
El alcalde se ha erigido como el embajador de su pueblo y por ello, a todo famoso viviente que ose pisar sus chanclas veraniegas por el término municipal, Migué lo caza.
Tanto que ya ha dado para un buen álbum, con sus connotaciones jocosas, como muchos comparten en Instagram.
Recuerda a ese personaje caricaturesco que iba siempre a la caza del famoso de turno: el Mocito Feliz. No te enfade Migué.