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El alcalde de Barbste, Miguel Molina, y el presidenta de la ELA Zahara de los Atunes, Agustín Conejo, estuvieron ayer martes, 21 de diciembre, en el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico en Madrid, con el objetivo de instar a la Subdirección General de Dominio Público Hidráulico a que agilice los trámites para la futura depuradora Barbate-Zahara de los Atunes.

Este proyecto fue calificado como ‘prioritario’ por el Gobierno de la Nación en noviembre de 2019 y fue incluido entre las actuaciones preferentes encargadas a la sociedad estatal de Aguas de las Cuencas de España (ACUAES), órgano dependiente del Ministerio.

La futura Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Barbate y Zahara de los Atunes se encuentra aún en fase de aprobación definitiva, estando pendiente del Estudio de Impacto Ambiental. Según explica el alcalde de Barbate, en el Ministerio les explicaron que “está pendiente de un informe de salud pública de la Junta de Andalucía, […] se supone que tras este informe de la Junta se pueda finalizar la redacción definitiva del proyecto de obra y que dichas obras se puedan estar licitando en un periodo de unos 9 meses aproximadamente”.

De momento, Molina y Conejo han registrado en Madrid un documento con la finalidad de insistir en la tramitación, explicando todo el proceso llevado a cabo por las administraciones y la necesidad de la EDAR para el municipio de Barbate y Zahara de los Atunes.

Uno de los trámites realizados ha sido el de la ubicación, para el que se ha contado con el Ministerio de Defensa. Así, finalmente la EDAR se construiría en terrenos del Centro de Adiestramiento Sierra del Retín, en una parcela de 25.000 metros cuadrados que respetaría los 20 primeros metros de la zona de servidumbre de protección del Dominio Público Marítimo Terrestre y conectaría con el emisario de El Retín, que sería utilizado como punto de desagüe.

Además, el equipamiento contaría con tratamiento terciario, fase de la que no dispone la actual depuradora de Barbate. El tratamiento terciario disminuiría el impacto ambiental y la posible reutilización de las aguas tratadas.

La depuradora también acabaría con el problema del emisario submarino que opera en verano entre Barbate y Zahara de los Atunes, y cuyo funcionamiento ha sido motivo de polémica en los últimos años, teniendo al alcalde como único encausado actualmente por un delito de vertidos ilegales